Un vehículo bellísimo, deportivo, con la característica estampa italiana. Seguramente hizo suspirar a más de uno en su época y actualmente te haría girar para verlo. Pero esta belleza exterior se pone a prueba cuando nos acomodamos en la butaca. El auto parece normal, pero algo raro perturba la armonía. Sucede que para darle un aspecto más deportivo, Alfa Romeo colocó frente al piloto solamente el tacómetro, dejando el resto del instrumental en la consola central. Esta distribución estaría bien si se tratase de un vehículo preparado para la competencia, o tuneado, pero para un uso cotidiano fluctúa entre lo incómodo y lo peligroso. Increíblemente, la moda del cuadro de instrumentos en el centro del auto se popularizó en los 90s y algo similar al GTV volvió en la reencarnación del MINI.